Algunos dicen que después de una Maratón, toca descansar. Otros hablan de recuperación activa. Otros... otros no pueden ni hablar! La verdad es que no me lo había planteado de antemano. Hace tiempo que no planifico casi nada...
El lunes por la noche decidí ir a correr con un par de amigos, para reiniciarlos a esto del running. A ver si poco a poco cogen algo de forma. Invité a Ricard, que también había hecho la maratón de Barcelona el día anterior. Bien, fueron cuatro kilómetros más que tranquilitos excepto los últimos metros, de bajada... y destino al mejor recuperador muscular: cerveza!
Algunos van a jugar a basket, otros (como diría Sergio Ramos) a baloncesto, algunos vamos a correr, y otros nada. En cualquier caso, a las 22:00 toca reunión de birrólogos. Arreglamos el país, planificamos alguna travesura y si hace falta, nos tomamos otra cerveza!
El martes tocaba nadar de nuevo. Durante el mediodía no es que disponga de mucho tiempo, así que fui a hacer un Body Pump con la genial Leila... me temblaban las piernas en las primeras sentadillas, pero transcurridos 2 minutos me encontré genial. Una vez finalizada la jornada laboral cogí la mochila y de nuevo al gimnasio. Esta vez al Metropolitan Galileu, a nadar. Supongo que cayeron sobre los 1.200m, casi todos de técnica. Se notaba mucho la clase del mediodía. Poco a poco fui cogiendo el ritmo y (creo y espero!) mejorando la calidad del entreno.
Ya el miércoles, echaba de menos darle a los pedales... así que hice una clase de cycling con Pau y junto a Rafa (TriForFun) y el resto de mortales. Igual que en el body pump, al principio costaba arrancar la maquinaria, pero luego no fue nada difícil subir la intensidad.
Y llegó el jueves, día de huelga general... se preveía difícil llegar al trabajo en transporte público y no me atreví a coger el coche, así que opté por hacer fiesta aprovechando las horas de permiso particular de que dispongo. El día anterior había comprado un acople de triatlón. Lo instalé y salí a rodar un ratito, sin rumbo fijo. Una vez en la N-II decidí ir hacia el norte... Mataró, Llavaneres, Arenys... y Calella. Sin darme cuenta estaba en el mismo segmento de la N-II que en un par de meses deberé recorrer en el Half Challenge Calella. Los ritmos entre 30-34 km/h no eran nada malos. Aproveché para localizar las subiditas... y para perder el miedo al terreno. Finalmente fueron casi 60km en dos horitas. Un rato más tarde, tocaba sesión de Fisioterapia con Elena Martínez. Según ella, nadie diría que había hecho una maratón unos días antes. La verdad... me encontraba muy bien.
Acabando la semana, el viernes por la tarde fui a correr con los asistentes al evento "Ironman Training" organizado por Roberto Mayoral. Salimos del Club Natació Badalona dirección Montgat, hasta el puerto de Masnou a 5:15 min/km. Me pesaban bastante las piernas y, a medida que llegábamos a mitad de recorrido, se barajaba la idea de volver con un ritmo más vivo. Total, yo ya estaba muerto...
Fue dar la vuelta y perder a todo el grupo de vista. Conseguí mejorar el ritmo un poco.
Uff! Una vez finalizada esta sesión de running, vi que necesitaba descansar... pero al llegar a casa, después de una plácida ducha y cenar alguna cosa, me puse a preparar las cosas para el día siguiente. Salida de road bike con los WITL? A las 8:30 dejaba el coche en el trabajo para salir con la bici hacia el punto de encuentro. Es un gustazo rodar por Gran Vía con tan pocos coches... Una vez listos, Meridiana p'arriba y saliendo de Barcelona dirección La Roca para llegar a Argentona una vez pasado el Coll de Parpers. Ese día tocaban 4 puertos. Al oirlo casi me caigo (me tiro) de la bici... jajja! Ya en Argentona, subimos hacia Orrius y de ahí, tres listillos (Javier Morales, Judith Pérez y yo) nos despistamos para volver a bajar hacia la N-II... por suerte me conozco más o menos bien la zona, y en lugar de pasar por Mataró, cogimos la carretera hacia Cabrera y Vilassar, mucho más tranquila y más atractiva para ir en bici. Ya en la N-II tocaba no molestar demasiado a los coches e intentar evitar algún semáforo. Premiá, Masnou, Montgat y cruzando Badalona llegamos a Sant Adriá para llegar a Barcelona después de 80km en las patas. La verdad, pese al cansancio, me encontré bastante bien. Al llegar, tras visitar Esportissim, Judith y yo pasamos por Starbucks de C.C. Glóries para refrescarnos un poco. Un día impresionante, con solete, confirmaba el inicio de la primavera...
Y llegamos al domingo, para hacer una buena salida de BTT en compañía de mis grandes amigos. Hacía tiempo que no salía con ellos... 27km con 900m D+ por aquí, cerquita de casa fueron suficientes como para regalarme una siesta de campeonato.
Esta misma tarde, llegaban mis pequeñines con los que iba a pasar toda la Semana Santa. Íbamos a estar en Tarragona, y pese a que iba a ser difícil entrenar... un par de mochilas con las zapatillas, aletas y demás trastos no iban a faltar en el maletero de mi coche. Tocaba ir a trabajar, jornada reducida... pero desde Tarragona, se hacía duro. El martes hice un buen entreno de natación, 2.000m con mucha técnica, recordando las indicaciones de Elena. Y de aquí, hasta el sábado descanso... por la mañana una mudanza y por la tarde un par de horitas en BTT totalmente llanas, aunque con un fuerte viento en contra la primera mitad. Sumando y sumando...
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