martes, 28 de febrero de 2012

2011... año de transición

2011 se presentaba complicado. Emocionalmente hundido, físicamente fuerte... pero ya se sabe que por muy bien que estés, el que manda es el coco. Pasé horas y horas de entreno, kilómetros y kilómetros recorridos, siempre intentando evadirme del mundo real. Grandes altibajos emocionales, con sonrisas y con lágrimas. Tanto he forcé la máquina y tan poco me cuidé, que al final me rompí. Es importante reconocerlo, es el primer paso para poder evolucionar.

Fui a la Maratón del Aneto, con la intención de hacer 6 horas... y en el km 5, antes del primer control, ya estaba preguntándome qué hacía yo allí. La semana anterior durmiendo poquísimo por motivos profesionales, el viaje, el cambio de altitud y la fecha surtieron efecto. Desmotivación, nervios, caos mental. En el km 15, tenía el gemelo destrozado. Pero me negué a abandonar. Jordi y toda su familia estaban allí, y me dieron un pequeño empujón moral. Decidí subir al puerto de La Picada andando (tampoco creo que pudiera haber subido corriendo) con la intención de recuperar un poco. Parece que dió resultado. Al llegar arriba, descansé unos minutos mirando hacia el infinito. El descenso fue rápido, pero sobrecargué la otra pierna y al llegar abajo mi rodilla no me permitía apenas esquivar una piedra. Seguí andando, el móvil se había quedado sin batería y tampoco me apetecía que me vinieran a buscar. Así que seguí caminando, escuchando música y bastante cojo. Tras varios ofrecimientos desinteresados de ibuprofeno, palos e incluso llevarme a hombros, acepté el gel de Arnica que una simpática pareja me ofreció. Mari y Jesús, viven en Niza pero son españoles. Intenté localizarlos a posteriori, pero no hubo manera. La rodilla dejó de doler y fuimos juntos hasta la línea de meta. 8 horas 42 minutos... un tiempo desastroso, pero una alegría inmensa por haber llegado y sobretodo por aquello que había dejando por el camino.

Al volver a casa, algo más recuperado de la rodilla, decidí emprender la ruta que hacía un par de meses había planificado. El Camí dels Bons Homes o de los Cátaros es una ruta que atraviesa el Pirineo de Norte a Sur, desde Montsegur hasta Queralt (Berga). En total 200kms con la casa encima. Decidí iniciar el camino en Foix, donde me dejaba el tren. Hacerlo corriendo con todo el peso me pareció muy complicado, así que lo hice andando. Bellos paisajes, tranquilidad, música del mp3, propósitos y despropósitos rondando mi cabeza... horas y horas meditando acerca de lo que quería que fuera mi futuro. 40km el primer día, hasta 40km el segundo y a media etapa del tercero, llegando a Merens-les-vals, se puso a llover. Tras varias consultas con gente de la zona, decidí poner pausa a la aventura. Se avecinaba una semana tormentas. Mi inexperiencia en montaña, mi prudencia y el hecho de que justamente allí hubiera una estación de tren, me ayudaron a decidir. Al cabo de unas horas regresaba a Barcelona, sano y salvo, cansado y satisfecho.

Pocos días antes de la Burriac Atac 2011, corrí una carrera en Santa Cristina d'Aro. Creo que unos 17km de montaña, en los que me lo pasé realmente bien, pero donde detecté que la rodilla todavía estaba frágil y dolorida.

Algo me hizo recordar que hacía unos días alguien había agregado en Facebook a una fisio a domicilio. Llamé... Se trataba de Elena Martínez http://www.elenamartinez.net/. Resultó ser una pequeña gran persona, con unas manos increíbles, apasionada por su trabajo y gran motivadora. Ex-nadadora de la selección española de aguas abiertas, una auténtica profesional..

Gracias al Kinesiotape que me puso Elena, los dos Powerbomb y lo mejor de todo: mis hijos y mis amigos esperando en la linea de meta. Es uno de esos momentos que quedan grabados para siempre.

Más adelante, en el 5 Cims 5 Horitzons, el gemelo volvió a darme problemas. Me retiré de inmediato y pese a la buena labor de Elena, no pude correr el Garmin Triathlon de Barcelona ni la Marató del Montseny.

Se avecinaba la Burriac Xtrem en Argentona. Una carrera bien organizada donde las haya, 26km de montaña preciosos, cerca de casa y también en una fecha señalada. Me planté en la linea de salida con el gemelo muy apurado, con kinesiotape y con la idea bien clara de darle priorizad a mi salud. En el kilómetro 1 tuve un momento de duda, parecía que el gemelo se iba a romper. Fui conservador, corriendo "raro" y reservando el gemelo todo lo posible. Finalmente pude llegar a meta con mis hijos, con lágrimas de alegría en los ojos y en perfectas condiciones. Reto superado. Mejoré el tiempo del año anterior en 5 minutos, con un kilómetro más de carrera. Fantástico!

Hoy en día puedo decir que mi sonrisa deportiva se debe a Elena. Ha permitido que vuelva a pasarlo bien en una carrera, ha mimado mis piernas y ha recuperado mis lesiones. Creo que prontito la llamaré para que me ayude en el medio acuático... exigencias del guión de 2012.

A lo largo de este 2011, también hubo alguna que otra incursión en el mundo del Duatlón / Triatlón... nada serio, que sumado a una rápida San Silvestre del Masnou (21:30). Estas pequeñas cositas al final son las que te hacen despertar, incitan a tomar decisiones, a plantear nuevos retos... a romper esquemas.

... pues todo eso en el siguiente post!

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